La conservación dinámica de la estructura
Henri Laborit
Ahora bien, un carácter muy particular de la materia viva y que se comprueba en cada uno de los grados de la organización que acabamos de enumerar es el de parecer escapar al segundo principio de la termodinámica, a la tendencia general a la nivelación. Parece que se puede considerar que el carácter esencial de un ser vivo, en cada escala de organización de la materia que lo constituye, reside en la conservación dinámica de su estructura diferenciada en el seno del medo exterior menos organizado.
Muéstrase, por lo tanto, aquí una finalidad, pero una finalidad que no recurre a ninguna fuerza extraña al sistema organismo vivo-mundo exterior. La finalidad de un hilo de cobre en un circuito eléctrico puede ser conducir la corriente. Si se le separa de la fuente de energía eléctrica, no deja de ser menos hilo de cobre, su estructura no ha variado con la pérdida de su finalidad. Un organismo vivo, en cambio, que ya no realiza su finalidad, es un cadáver. Su estructura desaparece con la desaparición de la acción finalizada. Su finalidad parece, pues, que sea la conservación de su estructura.
Laborit, H. 1969 [1963]. Del sol al hombre. Barcelona, Labor.